Esta mañana me ha ocurrido algo interesante, normalmente he conocido testimonios de este calibre por la tv o por la prensa pero nunca me lo han dicho a la cara. Venía desde la parada de metro en Sol hacia casa y una mujer sentada a mi lado , me ha dicho que no veía muy bien y me ha pedido que le indicara por qué parada íbamos ya que ella no podía saberlo e iba a Atocha-Renfe. Le dije que íbamos por Tirso de Molina y que le quedaban unas cuantas paradas todavía. La Mujer (que tenía ganas de hablar) me contó que tenía miedo de bajar en Atocha porque aun recordaba muy frecuentemente los atentados del 11-M. La mañana en que ocurrió todo , ella debía haber estado en ese tren y no lo cogió porque se durmió en casa de su padre en Alpedrete (un pueblo de Madrid) , pero en fin que el tren que hizo !pum! era el suyo y desde aquel día que volvió a nacer , teme cada paso que da entre vagones y pasillos de metro (que todo sea dicho que algunos dan asco). Ha sido una conversación de 10 minutos , breve pero intensa . Ella se ha bajado en Atocha, me ha felicitado el año y yo he seguido mi camino hasta casa. Ya ves, las cosas ocurren por algún motivo y estoy seguro que éste tiene un motivo y un por qué.
Os deseo un feliz día y que no os gasten inocentadas.
(c) La Perra
2 comentarios:
Vaya... casi vecina mía!
A veces la vida, nos regala estas historias que nos recuerdan lo verdaderamente importante en la vida...
Un besazo amigÜito y ¡Feliz Navidad!
Mi prima se bajó una parada antes no sé porque, pero siempre se bajaba en Atocha, todas las mañanas menos aquella...Son de esas cosas sin razón que seguro tienen un por qué...
Un beso
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