
Siempre pensé que madrugar no hacía ningún daño ... y es cierto. El aeropuerto tiene una magia que es adictiva. Los pasajeros tienen ese puntito de estrés e ilusión porque la mayoría de ellos vuelan porque se van de vacaciones ... y ese buen rollo se transmite, os lo aseguro. Más si cabe hoy que me ha tocado madrugar y he visto amaneceres tan chulos como éste. Por hoy ya hemos 'echao' el día hasta la tarde que toca seguir ... pero ahora toca la mejor parte, disfrutarlo con mi hijo.
Feliz viernes a tod@s ,
#laperradekenia
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